Por las características caligráficas y el contenido autobiográfico atribuimos la obra a Raimundo Ezquer, canónigo de Roncesvalles. Es el diario del viaje que hizo a Madrid cuando fue enviado a defender los intereses de Roncesvalles frente a los intentos desamortizadores del Estado.
Comienza a escribirse en Madrid en septiembre de 1844 y acaba en Roncesvalles en 1845